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domingo, 3 de enero de 2010

Reviviendo

 Volver a vivir un momento triste, ase un año que viví el momento
 más triste de mi vida, la partida de mi madre, se fue sin despedirse
 de nadie, dejándome a su viejito como ella le decía a mi padre ese
 día yo estaba muy confundía no sabía como actuar con la gente
 todo era tan raro, tan confuso, las personas que venían
 acompañarme que no eran de la familia me asían sentir especial me
 confortaban diciendo me (usted tiene el cielo ganado por lo que hizo
 por su madre) no hay muchos hijos como usted, pero yo pensaba
 que dios me había quitado a mi madre por no saber cuidarla me
 sentía culpable por no haberme dado cuenta que ella se moriría esa
 noche si yo estuve todo el día a su lado, mi vecina más cercana me
 dijo que ella me admiraba mucho que todos los días me veía como
 cuidaba a mis padres yo no sabia que la gente se preocupaba de lo
  que yo hacia o no hacia pero ese día no me importaba nada solo
  sentía mucha tristeza en mi alma y mucha impotencia, porque por
  preocuparme de mi padre ni siquiera pude hacer mi duelo como
  era debido, tuve que estar siempre ahí como si no pasara nada
  los días pasaban y yo continué sin un respiro sin un consuelo de
  nadie de mis hermanas, ni hermanos solo mi hermano menor que
  siempre me fortalece y me dice que siempre estará conmigo y es
  lo único que me a fortalecido hasta ahora, nunca entendí lo que
  paso con mi familia, hermanas, hermanos, cuñada, de que falleció
  la mamá todos se volvieron contra mí, el cariño que yo creía que
  sentían por mi desapareció por completo, me abandonaron se
  alejaron de mi como si yo fuera una peste contagiosa, cada uno
  tuvo su propio pretexto para ofenderme, triturar mi alma y mi
  corazón, asta dejarme sin fuerzas para defenderme, he sufrido
  durante un año preguntándome cual a sido mi delito para tanto
  desprecio, pero solo hoy lo he entendido, ahora justo al año
  cuando por casualidad los encontramos en el cementerio por
  suerte fue lejos de la tumba de mi madre, pude darme cuenta
  que el cariño que yo por tantos años creí recibir de ellos solo
  estaba en mi imaginación como yo los amaba tanto siempre
  creí que todos sentían lo mismo que yo sentía y aún siento pero
  ya no confío en ninguno de ellos me han dado pruebas mas que
  suficientes para darme cuenta que todo el cariño de parte de ellos
 es falso fingido como el que pude sentir hoy cuando todos me
 saludaron el único saludo que sentí sincero fue el de mi sobrino
 ojala no me equivoque de nuevo pero creo que ya no importa
 recién entendí tal desprecio, gracias a Dios ya no me duele solo
 me entristece por que me hicieron perder la fe en la  familia y la
 confianza que yo les tenia yo siempre los quise mucho a todos y
 no hubiera dudado en ningún momento si algo malo les hubiera
 pasado alguno de ellos yo siempre estaba ahí, pero ahora me di
 cuenta que ninguno de ellos me aprecio jamás como yo ha ellos
 creo que aunque tarde lo vine a entender ya no debo esperar
  nada de nadie que no sea mi hijo, mi esposo y seguir con mi
 padre, asta que dios quiera y cuando el se valla de este mundo
 si es que se va primero que yo, no pasaré por lo mismo que pase
 con la partida de mi madre, por que no tendré que preocuparme
 de no fallarle a nadie, hoy serré la puerta de mi corazón para que
 no sufra más, por los desprecios de nadie y menos por hermanos
 ni hermanas...

2 comentarios:

Eva Magallanes dijo...

Estimada Gladys, es intenso e íntimo lo que describes... yo aún no he tenido que vivir la muerte de mis padres, aunque se que más pronto que tarde deberé asistir a ese fin de un ciclo. Soy de las que cree que es necesario amistarse con la muerte, con la propia y con la de los seres queridos. Es un "tema" que me interesa y en el que he intentado profundizar. A pesar de ello, se que cuando me vea enfrentada a esa realidad, sentiré una sensación de orfandad tan grande y sentiré que me están amputando una parte de mi cuerpo y de mi alma. Creo que recurriré a la gratitud como antídoto para ese sufrimiento. Gratitud hacia mis padres por encima de las diferencias y conflictos que hayamos podido tener. Qué difícil para ti: además de enfrentar la muerte de tu madre tienes que enfrentar la situación con el resto de tu familia... déjalo ir Gladys, sin resentimiento, por más difícil que sea, perdona lo que haya que perdonar y recuerda que el amor no busca reconocimiento, las buenas acciones siguen siendolas aunque nadie lo sepa ni nadie las reconozca.
Mucha, mucha energía positiva para ti y gracias infinitas por visitar mi blog.

Eva Magallanes dijo...

Gladys... estamos más cerca de lo que imaginamos ¡ambas somos chilenas!